La minería del carbón
La minería de carbón es una actividad económica relevante en Colombia, que contribuye a las exportaciones y es un pilar esencial del sistema energético nacional. No obstante, su producción y uso generan importantes impactos ambientales y sociales.
- En 2021, el carbón representó el 36,6 % de la extracción de energéticos primarios, equivalente a 1.589,1 PJ, siendo un recurso clave para la matriz energética del país [1].
- El 60 % del carbón extraído se destinó a la exportación, mientras que el resto se utilizó para generación de energía interna [1].
- En la región Caribe gran parte de la explotación se da en minas a cielo abierto explotadas por grandes empresas que extraen carbón térmico [2].
- En la región central predominan explotaciones subterráneas realizadas por pequeños y medianos mineros, produciendo carbón térmico y metalúrgico [2].
- La minería de carbón genera 130 mil empleos, de los cuales 30 mil provienen de la minería a gran escala en La Guajira y Cesar, y 100 mil de la pequeña y mediana minería en departamentos como Boyacá, Cundinamarca, Antioquia y otros [3].
- En 2022, los principales departamentos productores (La Guajira, Cesar, Norte de Santander, Boyacá, Córdoba y Cundinamarca) produjeron 57 millones de toneladas de carbón y cuentan con centrales termoeléctricas con una capacidad instalada de 1.613 MW [4],[5].
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Córdoba
X
Indicador | Valor |
---|---|
Minas y Canteras - PIB Departamental (%) | 4,6 |
Producción de Carbón (Mt) | 2,1 |
% de la Producción Nacional | 4% |
Empresa Termoeléctrica | Gecelca |
Energía Producida (GWh) | 1049 |
Capacidad Instalada (MW) | 434 |
Guajira
X
Indicador | Valor |
---|---|
Minas y Canteras - PIB Departamental (%) | 59,2 |
Producción de Carbón (Mt) | 21,9 |
% de la Producción Nacional | 38% |
Empresa Termoeléctrica | Termoguajira |
Energía Producida (GWh) | 397 |
Capacidad Instalada (MW) | 275 |
Boyacá
X
Indicador | Valor |
---|---|
Minas y Canteras - PIB Departamental (%) | 11,4 |
Producción de Carbón (Mt) | 3,0 |
% de la Producción Nacional | 5% |
Empresa Termoeléctrica | Termopaipa |
Energía Producida (GWh) | 511 |
Capacidad Instalada (MW) | 343 |
Norte de Santander
X
Indicador | Valor |
---|---|
Minas y Canteras - PIB Departamental (%) | 6,7 |
Producción de Carbón (Mt) | 3,6 |
% de la Producción Nacional | 6% |
Empresa Termoeléctrica | Termotasajero |
Energía Producida (GWh) | 547 |
Capacidad Instalada (MW) | 335 |
Cundinamarca
X
Indicador | Valor |
---|---|
Minas y Canteras - PIB Departamental (%) | 1,64 |
Producción de Carbón (Mt) | 2,8 |
% de la Producción Nacional | 5% |
Empresa Termoeléctrica | Termozipa |
Energía Producida (GWh) | 202 |
Capacidad Instalada (MW) | 226 |
Cesar
X
Indicador | Valor |
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Minas y Canteras - PIB Departamental (%) | 53,8 |
Producción de Carbón (Mt) | 23,4 |
% de la Producción Nacional | 41% |
Empresa Termoeléctrica | - |
Energía Producida (GWh) | - |
Capacidad Instalada (MW) | - |
Importancia económica del carbón en Colombia
- En 2020, Colombia produjo el 77,8 % del carbón en LATAM y el 0,65 % del total mundial [4].
- Cuenta con 4.554 Mt de reservas probadas, las mayores de LATAM (46,6 %), representando el 0,6 % de las reservas globales [4].
- En los últimos 15 años, el carbón aportó en promedio el 15,1 % del valor total de las exportaciones [7].
- El sector minero, principalmente carbón, recibe el 21 % de la inversión extranjera directa (IED) total del país [8].
- En 2020, las empresas mineras pagaron 558 mil millones de pesos en impuesto de renta.
- El carbón genera alrededor de 3 billones de pesos anuales en regalías [4]
- Entre 2015 y 2023, el carbón representó en promedio cerca del 1 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional [6].
En 2023, las exportaciones de carbón alcanzaron los 9.163.265 miles de dólares FOB, representando el 18,4 % del total de las exportaciones [7].
Impactos sociales
Afectaciones a la salud de las comunidades cercanas a las minas
Afectaciones a la salud de los trabajadores de las minas
Desplazamiento de la población y fragmentación cultural y espiritual
Desigualdad económica y social
Ruptura del tejido social y la emergencia de conflictividades
Afectaciones a la salud de las comunidades cercanas a las minas
La minería genera riesgos significativos para la salud, especialmente en comunidades cercanas a áreas de extracción:
La exposición al polvo de carbón y metales tóxicos incrementa el riesgo de enfermedades respiratorias, dermatológicas y cardiovasculares [9], [10], [11], [12], [13].
Las partículas ultrafinas son fácilmente inhaladas, dañando células y afectando especialmente a grupos vulnerables, como niños [9], [10], [11], [12], [13].
El contacto con aguas contaminadas por metales pesados eleva el riesgo de enfermedades relacionadas con el consumo de agua no tratada, especialmente en áreas con infraestructura hídrica limitada [14].
Afectaciones a la salud de los trabajadores de las minas
La exposición prolongada a sustancias nocivas afecta la salud de los trabajadores de las minas:
Entre las afecciones más comunes se encuentran la neumoconiosis (por inhalación de polvo) y hernias discales (por esfuerzos físicos excesivos) [15].
Se ha observado un aumento en enfermedades respiratorias, cardiovasculares y del sistema nervioso central debido a la exposición continua a agentes contaminantes [13].
La exposición a sustancias tóxicas puede causar efectos genotóxicos en el ADN, elevando el riesgo de ciertos tipos de cáncer [13].
Desplazamiento de la población y fragmentación cultural y espiritual
La expansión minera ha causado desplazamiento forzado y fragmentación cultural y espiritual en comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas:
En La Guajira, la minería ha afectado la agricultura, alterando el sustento de las comunidades locales [10].
La destrucción de recursos naturales ha limitado el acceso al agua y ha afectado rituales y prácticas espirituales de las comunidades Wayúu [10].
La expansión minera ha implicado compra irregular de tierras, amenazas, desalojos violentos y confinamientos, forzando a familias a abandonar sus territorios ancestrales [9], [12], [16], [17].
Los tajos mineros han afectado territorios de comunidades, dañando arroyos y lugares sagrados como el Cerro Cerrejón y cementerios indígenas [16].
La destrucción del Manantial Cañaverales ha dejado a más de 3.000 personas sin acceso al agua y afectado la agricultura local [11].
Las comunidades reubicadas como El Hatillo, Plan Bonito y Boquerón enfrentan procesos de compensación lentos y contaminación ambiental, lo que agrava tensiones sociales y debilita el tejido cultural y económico [11], [15].
Desigualdad económica y social
La minería puede generar una desconexión entre los altos ingresos que produce y los beneficios que reciben las comunidades locales:
A pesar del impacto económico de la minería, muchas comunidades cercanas a los yacimientos enfrentan pobreza extrema y carecen de servicios básicos [12], [17].
En La Guajira, el 51 % de la población vive en condiciones de pobreza, lo que demuestra que la riqueza minera no se traduce en mejoras en la calidad de vida local [11].
Las actividades mineras pueden exacerbar problemas ecológicos y distributivos, generando tensiones entre el desarrollo económico y el bienestar de las comunidades [11].
La minería contribuye a la especulación de la tierra, encareciendo los terrenos y dificultando el acceso de los campesinos a parcelas para cultivo, lo que agrava la inseguridad alimentaria y reduce los ingresos comunitarios [11].
Ruptura del tejido social y la emergencia de conflictividades
La minería puede afectar la cohesión social en comunidades indígenas debido a deficiencias en la implementación de procesos de consulta previa:
Aunque están diseñadas para garantizar el consentimiento libre, previo e informado, las consultas se han convertido en espacios de negociación económica que no siempre respetan las estructuras culturales y organizativas de las comunidades [18], [19], [20].
La falta de respeto por las estructuras sociales tradicionales puede generar desconfianza y la percepción de imposición, como ocurrió con el pueblo Wayúu [11], [19].
La falta de información técnica adecuada y materiales en lenguas indígenas limita la capacidad de las comunidades para participar de manera informada en los procesos consultivos [18].
Las deficiencias en los procesos de consulta pueden provocar tensiones y divisiones dentro de las comunidades, generando conflictos sociales [9].
Impactos ambientales
Contaminación del aire
Degradación de la calidad del agua
Reducción de la disponibilidad de recurso hídrico
Degradación ecosistémica y pérdida de biodiversidad
Ruido ambiental y contaminación
Contaminación del aire
La minería de carbón libera material particulado, metales pesados y compuestos orgánicos tóxicos, como hidrocarburos aromáticos policíclicos, que afectan negativamente a los ecosistemas:
Las emisiones de la minería pueden contaminar fuentes de agua, reducir la calidad del aire y empobrecer los suelos, contribuyendo a procesos de desertificación [13].
La minería libera elementos peligrosos como arsénico, mercurio, plomo y selenio, además de aumentar la concentración de partículas suspendidas, lo que afecta la calidad del aire y puede generar riesgos respiratorios [13], [15], [17].
En Plan Bonito, Cesar, los niveles de PM10 alcanzaron 74,05 μg/m³, superando el límite normativo de 50 μg/m³, lo que resalta la gravedad de la contaminación del aire en áreas cercanas a la minería [15].
Pérdida de calidad del agua
La minería de carbón puede causar drenaje ácido, liberando metales pesados (arsénico, hierro, manganeso) y sulfatos que deterioran la calidad del agua:
Los contaminantes afectan la potabilidad del agua, haciéndola inadecuada para el consumo humano y actividades agrícolas, y alteran el pH del agua, afectando la biodiversidad acuática [11].
El drenaje ácido representa un riesgo para la salud pública al comprometer la calidad del agua y los ecosistemas acuáticos cercanos [10], [12], [15], [16].
La calidad del agua del río Ranchería ha sido deteriorada por polvo de carbón y contaminación por mercurio de actividades mineras, impactando a las comunidades locales.
En La Guajira, el manantial de Cañaverales, crucial para las comunidades locales, está amenazado por la remoción de suelo y el uso de químicos en la minería, poniendo en riesgo el agua superficial y subterránea [9].
En Boyacá, el drenaje ácido ha disuelto metales como cobre, cobalto y plomo, afectando el pH del agua, contaminando suelos, cuerpos de agua y reservas subterráneas, con impactos negativos en los ecosistemas y la agricultura [14]
Reducción de la disponibilidad de recurso hídrico
Las actividades mineras pueden desviar ríos, reducir el nivel freático y demandar grandes volúmenes de agua, lo que afecta la disponibilidad de agua limpia para las comunidades:
La minería contribuye a la erosión, sedimentación y alteración del trazado de ríos, afectando negativamente los ecosistemas acuáticos y las actividades agrícolas dependientes del agua [14], [15].
La minería provoca deforestación y cambios en el relieve, lo que altera el ciclo hídrico y contribuye a la degradación de suelos y vegetación, exacerbando la escasez hídrica [9], [13], [14].
En Plan Bonito, Cesar, las operaciones mineras provocaron una disminución de 14,8 metros en el nivel freático para 2020, afectando el suministro de agua [15].
Las operaciones de Cerrejón consumieron 13 mil millones de litros de agua en 2017, agravando la crisis hídrica en una región con acceso limitado al agua potable [9].
La desviación del Arroyo Bruno alteró la hidrología local y redujo el flujo hacia el Río Ranchería, impactando el acceso al agua para consumo humano y agrícola [9].
Las actividades mineras en Boyacá aumentaron la erosión y sedimentación, alterando ríos y quebradas, lo que incrementó el riesgo de inundaciones y afectó la biodiversidad y los sistemas agrícolas [14].
Degradación ecosistémica y pérdida de biodiversidad
La minería de carbón a cielo abierto altera los ecosistemas y suelos, afectando la calidad del agua y la sostenibilidad ambiental:
La lixiviación de metales pesados como cadmio y arsénico, junto con la remoción de suelos fértiles, reduce la capacidad de retención de agua y afecta la biodiversidad [9], [10], [15], [17].
La minería compromete la agricultura tradicional, agrava los problemas de sostenibilidad hídrica y alimentaria, y afecta el equilibrio ecológico [9], [10], [15], [17].
La desviación de 3.6 km del Arroyo Bruno provocó la pérdida del 40% de los cursos de agua locales y la destrucción de hábitats esenciales para las comunidades [9].
Las actividades mineras han afectado negativamente la biodiversidad en Zapatosa, impactando especies clave para el equilibrio ecológico [12].
La minería ha alterado ecotonos en los páramos de Boyacá, comprometiendo servicios ecosistémicos como la regulación hídrica y el almacenamiento de carbono [10].
Los altos niveles de arsénico y cadmio en suelos y cuerpos de agua han reducido la fertilidad del suelo y amenazan la sostenibilidad agrícola en Boyacá [10].
Ruido ambiental y contaminación
La minería de carbón genera contaminación, tanto local como global, con emisiones de dióxido de carbono, partículas sólidas, dióxido de azufre y metano [10], [12].
La combustión y exportación de carbón aumentan las emisiones globales de CO2 e intensifican el cambio climático [10], [12].
La emisión constante de polvo de carbón y el ruido de maquinaria deterioran la calidad de vida de las comunidades y alteran el comportamiento de la fauna loca en La Guajira [16].
En Samacá, la contaminación por material particulado proveniente de hornos de coquización ha alcanzado niveles peligrosos, agravados por la topografía que dificulta la dispersión de contaminantes [10].